El tramo de los límites de sus pinturas es fresco y sencillo, los colores se aplican a la placa en una alternancia de negro, blanco, rojo, amarillo, verde y azul, en un intenso cromatismo.
Que cómo se compara Prato, una ciudad querida por Leonardo Taddei en sus obras; con sus fábricas, tanques y chimeneas en una intriga pone de relieve la característica de la ciudad hecho de la promiscuidad entre casas y fábricas.
Los sentimientos que se respiran en sus pinturas son el amor por su ciudad, un amor nostálgico que lo lleva a representar los edificios de Prato siempre cándidos y sin imperfecciones, como si el tiempo se hubiera detenido. El deseo de aquellos que se niegan a rendirse a la realidad y recordar con pesar la sincronización de trabajadores de ciudad industrial que fue.
El alma artística de Leonardo Taddei está motivada por la necesidad de expresarse sin límites y sin reglas en el mundo que lo rodea. Desde aquí genera, a través de sus pinturas, una interpretación precisa y personal de la realidad.
El trabajo de Leonardo Taddei es parte de la pintura urbana tout court, un lenguaje directo que representa a la ciudad de Prato a través de un estilo seco y de bajo coste. En sus escenas no hay una figura de un hombre, en una simplificación de figuras y colores donde solo los edificios se destacan en perspectivas a veces inciertas.
El nacimiento de una obra a menudo tiene lugar en los momentos más complejos y problemáticos de la existencia. En las noches sin dormir y en los días oscuros, las obras de Leonardo toman forma.