En la colina de La Fattucchia, en Grassina (Bagno a RIpoli), se esconde una pequeña perla arquitectónica del siglo XVI, que ha hecho de la magia su principal razón de notoriedad: la Fonte di Fata Morgana, famosa hechicera curativa. Este lugar atemporal es un destino ideal para los fans del mundo esotérico que, en un viaje fuera de la puerta a pocos kilómetros de Florencia, descubrirán los misterios relacionados con este sitio.
Conocida por la mayoría también como "Casina delle fate", fue construida por Bernardo Vecchietti de Giambologna, como una estructura ajardinada que, se dice, estaba conectada por un túnel subterráneo a su villa. Tiene una arquitectura típica a "elle", con ladrillos rosados que contrastan con los zócalos y acabados de las piedras blancas albanesas. Pero lo que más caracteriza a la fuente, desde el punto de vista arquitectónico, es el suelo interior, hecho de mosaico con guijarros blancos y negros que componen la inscripción "Fata Morgana".
Lo que hace que este lugar sea más fascinante y mágico es el agua que fluye de una fuente en su interior, donde originalmente se colocó una estatua de mármol de la hechicera: la leyenda dice que tiene propiedades curativas milagrosas, si no incluso inmortales. También se cuenta de fiestas y bacanal en medio de la noche y de apariciones repentinas y desapariciones de ninfas y hadas jóvenes y hermosas:hay quienes piensan que el hipotético túnel subterráneo sirvió para llevarlos directamente a la villa de los Vecchietti.
En resumen, entre el misterio y la magia, la realidad y la ficción, la Fonte di Fata Morgana representa uno de los muchos lugares ocultos y místicos de la campiña florentina que vale la pena visitar!
Fuente de la imagen: echianti.it